Bajar los precios no es una solución

La creciente preocupación con la salud y el bienestar en todo el mundo está impulsando el crecimiento del mercado fitness. Inaugurar un gimnasio dejó de ser un sueño y se está volviendo una realidad, pero tenga cuidado, es un gran desafío. Usted puede hacer que   su negocio sea una actividad lucrativa si está bien preparado y así poder alcanzar su realización profesional y personal.

Muy común en los mercados que todavía no están consolidados, la “guerra de los precios” suele ser una de las actitudes más cómodas de los empresarios que no están preparados. Sin embargo, sus efectos a largo plazo pueden perjudicar no solo su caja sino como la de todo el mercado.

Vea:

• El cliente pierde porque el gimnasio deja de invertir en instalaciones, equipamientos y servicios al optar por la política de “menos por menos” para garantizar su sobrevivencia.
• Los funcionarios pierden, porque las oportunidades de crecimiento desaparecen y la moral está baja.
• El gimnasio pierde, porque deja de ser lucrativo.
• El mercado pierde, porque el cliente asocia precio a calidad.

La industria del fitness, con su “guerra de los precios”, está enviando subjetivamente a  sus clientes un mensaje claro de que su servicio no tiene gran valía. Como en cualquier compra, el consumidor percibe el precio como un estímulo a su expectativa de calidad. Cuanto mayor la inversión, más profundo es el comprometimiento con la compra. Tal vez esa forma de pensar explique, en parte, la baja percepción de la población en relación al valor que los gimnasios tienen.

El número de personas que practican actividad física regularmente en gimnasios en Brasil todavía es muy bajo, no es más del 2% de la población. En los Estados Unidos o Europa ese número llega a superar los 15% de la población.

La cuestión básica es entender que el 98% de la población brasileña que no practica actividad física tiene deseos que  no consiguen suplir en los gimnasios. Tal análisis lleva a creer que el principal motivo para la “guerra de los precios” está en los errores estructurales de los propios gimnasios y no en la escasez de demanda.

LAmoroso
www.lamoroso.com.br

Fonte:Luiz Amoroso
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